lunes, 28 de abril de 2014

CARLOS ANDREU: “LA DIFERENCIACIÓN NO ES SÓLO PARA COCA COLA, SINO PARA LAS PERSONAS, QUE HAN DE TRABAJAR SU PROPIA MARCA PERSONAL”

“La diferenciación no es sólo para Coca Cola, sino para las personas, que han de trabajar su propia marca personal”, afirmó en Santander el coach y formador Carlos Andreu, que participó el 24 de abril en el ciclo de encuentros que organiza CEOE CEPYME CANTABRIA dentro del proyecto Cantabria Empresarial. Más de cien empresarios y directivos abarrotaron el auditorio de CEOE-CEPYME CANTABRIA para escuchar a Carlos Andreu, cuyas recomendaciones sobre cuestiones actitudinales han sido seguidas por más de 10.000 profesionales en todo el mundo.

Carlos Andreu y Gema Díaz Real, al comienzo del encuentro

En el encuentro, que cerró las actividades de Cantabria Empresarial en el primer cuatrimestre de 2014, la presidenta de CEOE CEPYME CANTABRIA, Gema Díaz Real, recordó que esta iniciativa –en la que se han programado más de 30 actividades de enero a abril- pretende ser un foro “donde aprender, intercambiar ideas, relacionarnos, conocernos e intentar aprovechar sinergias” que ha sido concebido con “la voluntad de ser práctico, dinámico y sobre todo útil”.

Estas 30 actividades y casi otra treintena programada hasta julio pretenden, según Gema Díaz Real, “dar respuesta a las necesidades de nuestros socios y tienen, además, vocación de convertirse en punto de encuentro”. La presidenta de la Confederación insistió en que en la Confederación “somos conscientes, muy conscientes, de los problemas que los empresarios tenemos. Y a los que, dentro de nuestro cometido como agente social y económico más representativo, intentamos dar solución por distintas vías. Este proyecto, Cantabria Empresarial, fue concebido con la idea de aportar, de sumar, de apoyar un poco más y de imprimir un poco de positividad”. En este sentido, sus pilares, señaló Díaz Real, son el acercamiento de las empresas a la sociedad de la información, el fomento de las habilidades directivas y el fomento de la cooperación inter-empresarial.

Carlos Andreu, también positivo

Para Andreu, es preciso que cada uno haga un ejercicio personal de estrategia y se pregunte a sí mismo a dónde quiere dirigirse. “A partir de ahí, centrar la búsqueda y, sobre todo, trabajar y potenciar las potencialidades que todos tenemos, nuestras fortalezas. Dedicamos demasiada energía a corregir defectos que en ocasiones son incorregibles”, explicó.

El coach puso el ejemplo del portero de la selección española de fútbol, Iker Casillas, que “tirando penaltis, sería mejor que cualquiera de nosotros, pero su entrenador sabe que, de forma natural, su faceta más brillante es la de portero, y por eso le coloca en ese puesto”.

Igual que el entrenador de La Roja deberían actuar los profesionales con personal a su cargo en cualquier empresa u organización: “conocer mucho y muy bien a su gente y sus capacidades para sacar lo mejor de cada uno de ellos”. “Así tendríamos mejores organizaciones y empresas”, apostilló. Aunque el día a día es exigente cuando uno está al frente de una empresa y es fácil relegar la atención a las personas a un segundo plano, los líderes, afirmó el coach, han de redoblar los esfuerzos en ese sentido y “hacer crecer a las personas de sus equipos”.

A aquellos directivos y empresarios cuyas empresas atraviesan dificultades, Andreu les recomendó “que aguanten un poquito más porque la situación parece que se alegra”. Su intenso contacto diario con empresarios le permite atisbar “cierta alegría”. No obstante, también insistió en que “si asumen que, además de la rentabilidad, tienen la responsabilidad de hacer la vida mejor para sus clientes y equipos, no habrá crisis ni vendavales que les puedan afectar”.

También tuvo palabras de ánimo para los profesionales en sectores afectados por la crisis y que han de “reinventarse”. Conocerse bien y saber en lo que uno puede aportar valor en otras áreas alternativas es el mejor punto de partida para reciclarse, aunque se mostró  consciente de que ese ejercicio de “mirarse hacia dentro” requiere “humildad y falta de orgullo”.

Andreu lamentó que la inteligencia emocional sea “una asignatura pendiente del país” pero advirtió que “la tendencia está cambiando”. “Nadie fracasa por un fallo técnico como un error en un Excel, los fracasos vienen por fallos emocionales”, dijo el coach, aunque se mostró partidario de “no olvidar la parte técnica y académica”. “Hemos pasado de una educación rígida y formal a otra en que todo se basa en la emoción”, criticó, “y no hay que olvidar que saber hacer una raíz cuadrada también es importante”.

Andreu, tras terminar Derecho en Zaragoza, amplió sus estudios en la Universidad de California en Los Angeles (UCLA) y en la Georgetown University. También tiene un MBA por el IESE-Universidad de Navarra. Comenzó su carrera profesional en La Vajilla Enériz y, a partir de 1999, su trayectoria profesional le ha llevado a puestos directivos comerciales en empresas líderes del sector de la distribución.

En el año 2002 inicia su actividad como coach y formador de directivos en temas actitudinales para empresas tanto nacionales como multinacionales. Desde entonces, más de 10.000 directivos de todo el mundo han asistido a sus impactantes cursos y conferencias. Además ha colaborado como profesor en instituciones universitarias de prestigio como la Universidad de Navarra, el IESE, Foro Europeo o CEU Abat Oliva.

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